martes, 9 de febrero de 2010

MIENTRAS...


Pablo estaba sentado en el alfeizar de la ventana de su ático, se encontraba hundido y destrozado, sobre todo se sentía solo, el piso compartido durante tantos años con su mujer y su hijo se le hacía lúgubre y oscuro cuando unos días antes su hogar se le antojaba claro y luminoso, el lugar de refugio y recogimiento al que siempre estaba deseando volver.

Cuando esa mañana se levantó y se fué a trabajar como cada día, la conversación mantenida con Alba la noche anterior no le parecía más que un sueño y la parte en la que le comunicó que había dejado de quererle y que se marchaba para siempre de su lado una pesadilla.

Cuando esa tarde llegó a su casa y se encontró con que su mujer y su hijo no estaban el mundo se le vino encima, cada frase guardada en lo más profundo de su subconsciente comenzó a resonar en su cabeza martilleándola con cada palabra que surgía en su memoria.

Sabía que no sería capaz de superar nunca la pérdida de su familia, su sufrimiento era tan intenso que no sabía como hacerle frente, ni como hacer frente a las habladurías que se desencadenarían por donde quiera que fuese a partir de entonces.

Miró hacia abajo, el lejano suelo le atraía enormemente gritándole que él podría ser la solución a todos sus males, Pablo se inclinó un poco más...

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Alba caminaba rápidamete, se le había hecho tarde.

Le gustaba estar en casa cuando su marido volvia del trabajo, pero hoy había llevado a su hijo a jugar casa de un amigo y se había entretenido hablando con la otra madre sin darse cuenta de la hora que era, le había dejado una nota a Pablo encima de la mesa, pero aún así se sentía inquieta.

Ultimamente Pablo se encontraba muy estresado y las pastillas que le había dado el médico para dormir no le ayudaban, mas bien le tenían sumido en un mundo de confusión hasta tal punto que algunas veces llegaba a confundir la fantasía con la realidad, sin falta mañana acudirían de nuevo a consulta para que se las cambiaran.

Policia y bomberos pasaron junto a ella con urgencia, el sonido de las sirenas hizo que Alba inconscientemente acelerase su paso hasta convertirse en una carrera ligera, sentía un mal presagio.

Giró la última esquina que la acercaba a su casa cuando vió un gran número de personas agrupadas junto a su portal, las luces de los coches oficiales giraban silenciosas, su corazón se desbocó e inició una carrera hacia la muchedumbre que se arremolinaba en silencio...


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Ninguno de los presentes era capaz de explicarse como podía haber sucedido aquello, lo comentaban unos con otros mientras se alejaban del lugar sin reparar en la mujer que quedaba allí sin apenas respiración y con las lágrimas cayéndole por su cara sin que sus ojos fueran capaces de retenerlas.
Ese piso llevaba años cerrado, a pesar de ser un segundo la altura era considerable por los altos soportales que tenía debajo, no podían explicarse como había llegado hasta allí, por suerte los bomberos pudieron cogerlo y ponerlo a salvo en manos de la policía, ellos se ocuparían de llevarlo a un lugar seguro donde se encontrara a salvo...











9 comentarios:

  1. Tres historias que me han encogido el corazón...
    Un beso guapa.

    Pd. Me ha gustado muchisimo este estilo :)

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  2. Mar, me has hecho sudar y casi llorar. Son cosas que pasan, solemos decir...los gatos, ya se sabe.
    Bien escrita esta tensión y la angustia, un final esperanzador, espero y deseo, para Alba y Pablo, aquello de la segunda oportunidad. Bsitooos.

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  3. Caray, creía que el marido se había tirado por la ventana!!!
    Buen enlace de relatos, compañera de bus.
    Besitos y buen día para tí.

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  4. Eres malísima...... malísima de la muerte!!!!!!!!!!

    Mira que nos has tenido en vilo... con el corazón a todo trotar....esperando lo peor...
    Pero chica, como dirían ..... Eres buena.....muy buena.....
    Tienes una imaginación portentosa.... y cuentas unas historias geniales!!!!
    Un besito,
    Uff, que susto!!!!!

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  5. Me ha encantado¡¡¡ Sin duda el miedo en el cuerpo mi mente viajera en mis mundos de fantasia me ha hecho pasar unos segundos angustiosos y eso... aunque imperdonable.... telo agradezco¡¡¡¡¡ Hace tanto que nadie me sorprende¡¡¡ jajajaja Un beso Mar, como siempre, un honor leerte y pasearme por tu paraiso azul...

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  6. Supiste enlazar muy bien las historias,
    espero que Pablo y Alba,aunque no sean
    siete las oportunidades que tienen los gatos,
    ellos que tengan la suya.

    Muy bueno

    Besos.

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  7. Me dejó sin aliento y sin palabras! excelente, me comí ese relato!
    Besos!

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  8. !!Que bueno!!
    Estas hecha una guasona, primero nos encoges el corazón con una historia presumiblemente dramatica, y cuando ya estamos viendo al marido destrozado, en medio de un charco de sangre, aparece el minino, jajajaja.
    ¿Como se te ocurren esas cosas?
    Genial, Mar.

    Besitosssssss

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Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
Confucio