jueves, 31 de mayo de 2012

Este jueves un relato: "EN LA QUIETUD DE LA NOCHE"







A través de los grandes ventanales de su apartamento, observa la quietud de la noche. Es su momento preferido. Todos los actos importantes de su vida han ocurrido en ese momento en que la oscuridad se adueña de la ciudad. Su nacimiento, su primer beso, incluso su primer gran negocio, se produjeron en una noche en la que apenas había más movimiento que el brillo de las estrellas y la luna mostrándole el camino a seguir.

Está tan inmerso en disfrutar del paisaje nocturno que no se se ha dado cuenta su presencia hasta que un fuerte dolor se instala en su pecho y las paredes de la habitación de diseño comienzan a dar vueltas a su alrededor.

Intuye que se está muriendo. Su corazón comienza a dar trompicones, sus movimientos fuertes y acompasados se convierten en  latidos débiles e inconexos. Su respiración profunda  apenas alcanza a coger un hilillo de aire. Nota que algo se mueve junto a él, siente claramente una presencia, intenta hablar, gritar pidiendo ayuda, pero no sale ningún sonido de su boca.

Con gran esfuerzo fija la vista en la personación que ha tenido lugar ante él, observa su larga túnica negra y la gran capucha que oculta los rasgos de su cara, y entonces cierra los ojos para no fijarse en más detalles, a sabiendas de que con la mano derecha estaría blandiendo un guadaña como señal de que su tiempo en la tierra había acabado. 

Apenas nota ya el miedo, se siente más tranquilo sabiendo que su sufrimiento acabará pronto. Ha perdido la noción del tiempo, no sabe cuanto lleva así, apenas recuerda nada de su vida antes de eso, de ese dolor.

 Abre los ojos con un gran esfuerzo, y vuelve a ver la silueta frente a él. Sí. No hay duda de que es la muerte. Está esperando ansiosa el momento en que su corazón se detenga para llevarle con ella. Su último gran momento se acerca y él apenas tiene fuerza para resistirse. Se miran a los ojos, él sin verla del todo y ella sin quitarle la vista de encima, esperando su último estertor.





Más quietudes de la noche en:    http://neogeminis.blogspot.com.es/




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jueves, 17 de mayo de 2012

este jueves un relato: "UN PACTO CON EL DIABLO".





Siempre pensé que los pactos con el diablo se firmaban con sangre, sin embargo últimamente me estoy dando cuenta de mi error.

Quizá sea por los tiempos actuales, pero ahora tengo claro que la mayoría de las veces se firman con tinta normal y corriente, un simple boli Bic es suficiente para ello, incluso algunas veces ni siquiera es requisito indispensable el estampar una rubrica sobre un papel.

Además no hay tan sólo un diablo si no que estamos rodeados de ellos, hay que andar con mil ojos, leer la letra ilegible a simple vista, buscar información en diferentes lugares y no fiarse nunca de lo que digan los interesados en el acto que vas a realizar.

Y si no que se lo digan a todas esas personas que después llevar años trabajando en la misma empresa, les despiden de la noche a la mañana sin indemnización.

A los que entregaron sus ahorros para comprar la vivienda de sus sueños y el constructor desapareció con ellos dejando un solar vacío.

A los que después de firmar un crédito al que no pueden seguir haciendo frente les quitan el piso y además deben seguir pagándolo.

A  los que encomendaron sus ahorros a entidades que hicieron magia con ellos y consiguieron hacerlos desaparecer.

A todas aquellas mujeres y algún que otro hombre, (que haberlos, haylos) que después de firmar un te quiero las matan por amor.

A todos esos niños abandonados, maltratados, ultrajados y muchos más ...ados.

En estos tiempos no hace falta hacer un pacto con el diablo, lo que realmente hace falta es andar con mil ojos para que él no lo haga contigo, porque si nos echa el ojo encima vamos arreglados.




Más pactos con el diablo en casa de  Gus

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martes, 15 de mayo de 2012

MI GRITO TIENE VOZ






Me da miedo la enormidad
donde nadie oye mi voz

(Lucha de Gigantes, Antonio Vega)






Me uno a la voz de Matices y otros muchos y lanzo mi grito indignado




Si os apetece podemos gritar desde esta plaza llamada blogosfera, unir nuestras manos al unísono con una sola misiva  en nuestro título "Mi grito tiene voz" el día 15/05/12, durante todo el día.  Cada uno decidirá su participación, el contenido de cada entrada será libre... bien desde un punto social,  político o de apoyo, o desde lo mas sencillo simplemente  la premisa de apoyo que os indicamos... apostaremos por la libertad de expresión y la personalidad del propio blog y creador. Creo que todos tenemos partes implicadas en este proceso aunque solo sea la incertidumbre...   http://maticesdecolores.blogspot.com.es/






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miércoles, 9 de mayo de 2012

Convocatoria literaria del Jueves - Érase una vez...






Librástico



Como cada tarde desde que comenzó el curso escolar, el niño salió del colegio con aspecto de estar sumamente enfadado. Con los labios  fruncidos y los brazos cruzados se  plantó delante de su madre, que le esperaba como cada día junto a la puerta, y le dijo muy enfadado.

 - Desapúntame mamá, no quiero volver nunca más. ¡Odio el colegio!. Quiero quedarme en       casa jugando con mis juguetes y viendo la televisión.

- Ya hemos hablado de eso Aitor –le contestó su mamá pacientemente mientras le cogía la mano camino de su casa-. Te hemos explicado muchas veces que cada persona tiene sus obligaciones, y la tuya es ir al colegio y aprender cada día cosas nuevas.

- ¡Pero no es justo!. No me gusta leer. No me gustan los números. ¡No me gusta nada de nada!. El colegio es lo que menos me gusta en el mundo. Además, también se pueden aprender muchas cosas en la tele y no me dejáis verla casi nunca -seguía protestando el niño mientras las lágrimas comenzaban a asomar a sus pequeños ojos-.

- Bueno, ya vale por hoy –le dijo su madre mientras abría la puerta de casa- vete a dejar la mochila en tu habitación mientras preparo la merienda, y pórtate bien que después vendrá una amiga a la que hace muchos años que no veo. Se llama Aroa y tú ni siquiera la has visto nunca. Se fue a trabajar lejos de aquí, pero de niñas éramos inseparables, íbamos a todas partes juntas. Ahora viene a pasar unos días con su familia y tiene muchas ganas de conocerte .

Aitor se fue a su habitación sin que se le pasase su enfado, tiró la mochila encima de la cama y se puso a mirar sus juguetes. Le encantaban. Tenía las baldas de su habitación llenas  de coches de muy diversos estilos, barcos piratas, aviones, un castillo medieval e incluso un zoo lleno de animales. Junto a la cama, en la balda más pequeña tenía sus cuentos, no eran muchos, pero aún así eran más de los que él deseaba. Unos se los habían regalado sus padres o sus tíos por su cumpleaños, y otros se los había traído el Olentzero como sorpresa, aunque no había sido una sorpresa muy agradable para él.

Estaba terminando de merendar cuando llegó la amiga de su madre. Era muy guapa y parecía muy simpática. Aitor estaba encantado porque le había traído un regalo y a él le encantaban los regalos sorpresa. Miró el bonito papel brillante e intentó adivinar lo que contenía, era de forma rara, ovalado pero con entradas y salidas haciendo ondas. Estaba impaciente por saber que tipo de juguete le había traído así que lo abrió rápidamente y se encontró con algo que lo desconcertó por completo.

- ¡Es un libro! –dijo decepcionado-.

-  Pero bueno Aitor, -dijo su madre- ¿cuándo has visto tú  libros con forma de nube?. Creo que no te has fijado bien. ¿Qué es lo que pone?

- Librástico. –Contesto el niño cada vez más decepcionado, además de ser un libro tenía un nombre rarísimo, sonaba como esas palabras tan raras que le hacía buscar su profesora en el diccionario-. Ni siquiera sé lo que es eso.

- Pero, ¿cómo es posible que no sepas lo que es un Librástico?. ¡Si es muy sencillo!, un Librástico es un libro fantástico, uno donde la realidad y la ficción se mezclan, un libro que cada vez que lo lees consigue que te sientas como en una nube, porque te hace soñar que tú eres el protagonista de cada aventura -le dijo Aroa-. Mira, podemos hacer una cosa, tu comienzas a ojearlo mientras tu mamá y yo hablamos un ratito y nos ponemos al día de nuestras vidas, y si para cuando me vaya no te ha gustado me lo llevaré y lo cambiaré por otra cosa. ¿Te parece bien?.

Aitor se fue a su cuarto pensando que no pensaba ni abrirlo, cuando se fuera la amiga de su madre le diría que no le gustaba y le regalaría un juguete. ¡Quizá hasta podría darle una pista de lo que más le gustaba!, eso estaría bien, tenía ganas de algún juego nuevo para su videoconsola, se había cansado de jugar siempre con los mismos.
Miró el libro, no se había creído una sola palabra de las que le había dicho Aroa. Picado por la curiosidad lo abrió por la primera página y comenzó a leer.

   “ El capitán Aitor oteaba el horizonte con su catalejo, necesitaban encontrar pronto tierra porque se estaban quedando sin víveres y sin agua para beber, navegaba por los mares del sur desde hacía varias semanas y su tripulación se encontraba muy desanimada y débil. Un barco apareció a lo lejos, avanzaba rápido hacia ellos, Aitor escudriñó su bandera y su corazón le dio un vuelco. ¡Era una bandera pirata!”

El niño miró el libro sorprendido. Era la primera vez que leía uno en el que el protagonista  se llamaba igual que él. Además era de piratas, uno de sus temas preferidos. Decidió que leería un poco más para ver que pasaba.

   “El capitán Aitor tocó la campana para avisar a sus hombres que ocupasen su lugar en los cañones, lo tenían difícil porque eran muchos menos y además estaban muy cansados, pero debían intentarlo. Volvió a poner su ojo derecho en el catalejo y se encontró frente a frente con otro ojo que le miraba fijamente. Era el pirata Patazul, el pirata más sanguinario de todos los mares del sur. Le llamaban así porque había mandado pintar su pata de palo de color azul para que se confundiera con el mar, así cuando sus enemigos le veían pensaban que se sostenía únicamente por una  pierna y se confiaban.
Aitor debía pensar rápidamente en una estratagema para conseguir salir victorioso de esa batalla. Miró a sus hombres y se dio cuenta de que la lucha no era la mejor de las  opciones. Sus hombres estaban agotados y no saldrían victoriosos de ninguna de las maneras. Debía pensar, pensar, pensar...”

La puerta de su habitación se abrió sobresaltando al niño que miró desconcertado a su alrededor, por un momento se había sentido en una nube, él era el capitán Aitor y buscaba la solución al problema.

- Bueno Aitor, me tengo que ir ya -le dijo la amiga de su madre-, ¿qué has decidido?. ¿Quieres que me lleve a librástico y lo cambie por otra cosa?.

Aitor sorprendido miró a Librástico, no sabía que hacer. Quería juguetes nuevos pero también quería saber como se las ingeniaba el Aitor del libro para salir de esa aventura. Sin saber muy bien que hacer miró a la amiga de su madre que le observaba sonriente.

- Si te parece bien podemos hacer una cosa, -le dijo Aroa- volveré mañana para despedirme de tu madre. Puedes quedártelo hasta entonces y decides tranquilamente. ¿Qué te parece?.

- Pero si te vas a ir, ¿cómo me traerás el nuevo regalo?. -Preguntó Aitor que no las tenía todas consigo y no quería perder la oportunidad de un juguete nuevo-.

- No te preocupes por eso, si al final decides que no quieres quedarte con esa nube de sueños te mandaré algo por correo.

Más tranquilo, Aitor decidió que se lo pensaría y decidiría que hacer para la próxima vez que volviera. Así podría matar dos pájaros de un tiro, pensó. Podría terminar la aventura y después tener un juguete nuevo. Sin darse cuenta de cómo su madre le miraba y sonreía desde la puerta, volvió a meter la cabeza en la página que estaba leyendo.

   “Por más que se estrujaba el cerebro a Aitor no se le ocurría como salir ileso de esa batalla. Pensaba con rapidez mientras miraba a sus hombres, que esperaban sus órdenes para obedecerlas sin rechistar. Eran buenas personas y tenía que intentar salvarlas como fuera.
¡Y de pronto lo tuvo!. No estaba seguro de que fuera a salir bien pero debía intentarlo. Era su única oportunidad. Les ordenó que se tirasen todos al suelo y que se quejasen sin parar en ningún momento sujetándose el estómago como si no aguantaran el dolor.
Sus hombres le miraron extrañados pero confiaban tanto en su capitán que no pusieron ninguna objeción y se dispusieron rápidamente a cumplir sus órdenes. Al momento se encontraban todos revolcándose por el suelo como si se estuvieran muriendo.”

La puerta de la habitación se volvió a abrir y su padre se asomó.

- Hola Aitor, ya hace un ratito que llegué de la oficina. ¿Quieres que juguemos un rato con la videoconsola?. Si te parece voy encendiéndola mientras tu terminas de leer eso que parece tenerte tan ensimismado.

- Sí papá, enseguida voy, tan sólo estaba pasando el rato mientras te esperaba y no te he oído entrar.
El padre se fue sonriendo mientras Aitor sin perder un segundo volvía a meter la nariz en Librástico. Estaba impaciente por ver que pasaba a continuación.

“ El pirata Patazul y sus hombres se encontraban ya a pocos metros de su barco. El capitán Aitor respiró profundamente y se puso a gritar a pleno pulmón.
- ¡Ayuda!, ¡Ayuda! Por favor, ¡ayudadme!. Mis hombres tienen escarlatina, todos están enfermos menos yo. ¿Ayudadme!. Llevadme con vosotros.
El pirata Patazul cuando escuchó aquello mandó a sus hombres virar en redondo. La escarlatina era una enfermedad muy contagiosa y no estaba dispuesto a que todos se pusieran enfermos en su barco. Se alejó del barco del capitán Aitor incluso más rápido de lo que había llegado mientras resonaban cada vez más lejos los gritos de ayuda.
Cuando pasó el peligro los hombres del capitán Aitor se levantaron y comenzaron a dar gritos de alegría, no se podían creer que hubiesen salido de esa aventura de una forma tan simple. Lo que si tenían claro es que el suyo era el mejor de los capitanes y que le seguirían en muchas más aventuras porque su ingenio no tenía límites”.

Aitor se quedó pensando un rato en la aventura que acababa de leer. Le había gustado mucho como se las había ingeniado el capitán para salir de ese problema. Cuando se dispuso a ir a jugar con su padre se encontró con que la cena ya estaba dispuesta en la mesa. No podía creerse que ya fuera hora de cenar. La tarde se le había pasado volando.

El día siguiente fue la primera vez que Aitor no salió enfadado del colegio. Les había contado en el recreo a sus amigos la aventura del capitán Aitor con el pirata Patazul y les había encantado. Quería llegar pronto a casa para ver si le daba tiempo a leer otra historia antes de que se llevase a Librástico la amiga de su madre para cambiarlo. Había visto el dibujo, era un castillo medieval y un joven con armadura. Debajo de la ilustración ponía “El príncipe Aitor dispuesto a luchar con el dragón de tres cabezas” , otro de sus temas favoritos.

Pero no tuvo suerte, Aroa le esperaba junto a su madre a la salida del colegio y camino de casa le preguntó si ya había decidido que iba a hacer con librástico. Aitor no lo tenía muy claro, lo que más le gustaría era un videojuego nuevo, pero tenía muchas ganas de saber que le pasaba al príncipe Aitor con el dragón.

En su habitación se dedicó a mirar a Librástico detenidamente. Tenía un montón de cuentos diferentes y todos eran de los temas que a él le gustaban. Había un cuento de animales en el que el león se llamaba como él, otro de aviadores en el que el piloto también llevaba su nombre. Incluso había uno de submarinos, y se moría por saber que aventuras correría.

No sabía que hacer, debía seguir el ejemplo del capitán Aitor y pensar, pensar, pensar.... ¡Y de pronto ya lo supo!. La tarde anterior se había divertido más que nunca. No necesitaba más videojuegos ni juguetes para pasárselo bien. Tenía a Librástico, con el podía vivir muchas más aventuras y mucho más emocionantes. Corrió a la sala donde estaban su madre y la amiga y les dijo:

- Aroa, ya lo he decidido, me quedo con Librástico. La verdad es que me está gustando mucho más de lo que me esperaba –y agachando la cabeza porque le daba un poco de vergüenza continuó-. Quizá la próxima vez que vuelvas me puedas traer otro.

- Haré algo mucho mejor –contestó Aroa-, si has terminado de leerlo para el día de tu cumpleaños te mandaré una nube nueva. Algo que sea completamente original y especial, por algo trabajo en una editorial. Te adelanto que se llamará Cuadrástico.

Aitor la miraba con los ojos muy abiertos, no habría imaginado nunca que Aroa trabajaba en una editorial. Ahora comprendía las miradas de complicidad que tenían su madre y su padre la noche anterior durante la cena, mientras él les contaba lo que había leído. Seguro que todo había sido idea de ellos, siempre pensando en que le cogiera gusto a los libros. Pero esta vez habían acertado de pleno.

Sorprendido Aitor volvió a su habitación. Estaba impaciente por seguir leyendo esas aventuras de las que se sentía protagonista. Además, para su cumpleaños no quedaba mucho tiempo y estaba dispuesto a terminarlo antes de ese día.

Estaba impaciente por conocer a Cuadrástico.   


Muchos más "Erase una vez..." en   http://yaquedigo.blogspot.com/

martes, 8 de mayo de 2012

ETAPAS


Está claro que la vida se construye de etapas: la etapa infantil, la juvenil, la de enamoramiento, la de matrimonio, la de madre, ..., una infinidad distinta de fases por las que cada uno vamos pasando por nuestra vida.

Ninguna es mejor ni peor que la anterior, tan sólo son complementarias las unas de las otras.

Aunque nunca dejaremos de ser niños y jóvenes en una parte de nuestro interior, y de que los que somos padres no  dejaremos de serlo mientras vivamos, nuestra situación en la vida va cambiando. El tiempo del que disponemos para nosotros varía en función de lo que tenemos alrededor (cuando los niños crecen el tiempo se multiplica sin embargo cuando nuestros familiares envejecen disminuye drásticamente), y así, en cada fase de nuestra vida van cambiando nuestros valores, nuestras necesidades y nuestros sueños.

Y sin lugar a dudas, en este momento, una etapa en mí ha terminado y otra da comienzo.

Había pensado en cerrar mi blog, mi casa estos últimos años (sobre todo por la falta de musas), pero me siento incapaz, aquí he descubierto una de mis pasiones ocultas, la de escribir. Han sido muchos momentos los que he compartido aquí, muchas alegrías y también tristezas. He pasado por fases de creatividad, de ausencia de ella, de subirme a una nube y de caerme (hasta incluso de creer que me aplastaba) contra el asfalto. Pero si algo he aprendido a lo largo de mi vida es que sobre todo soy tremendamente urbanita, así que para mí el asfalto no es duro (más bien se asemeja a un cojín de plumas) y por lo tanto el daño que sufro en la caída apenas me pasa factura.

Por todo eso he decidido que lo mejor es pasar página pero sin cerrar el libro, es decir, seguir en mi casa pero actualizándola de forma que me sienta más cómoda en ella. Que este se convierta en un lugar en el que poder compaginar mi faceta de juntar palabras en relatos cuando mi capacidad creativa se acerque hasta mí ,y de cambiar opiniones de diversos temas cuando así sienta esa necesidad (¡si es que en el fondo me encanta hablar!).

Pues eso. Que todo este rollo es para decir que el nombre de mi blog, mi espacio de semipirvacidad, mi casa virtual, en definitiva un espacio importante para mí, cambia de nombre y a partir de ahora pasa a denominarse HITZ EGIN. 

Para los que no conozcáis el significado de esas palabras, os diré que HITZ significa palabra y EGIN hacer, lo que en conjunto viene a decir "hablar" en euskera (idioma que aunque no domino le tengo un cariño especial por ser el de mi tierra). 

El nombre creo que me identifica bastante bien, por una parte está lo de hacer palabras, siempre encantada de juntar letras (para los que no hayáis leído mi entrada de juntaletras os dejo el enlace http://adibides.blogspot.com.es/2010/08/juntaletras.html)  y además de ello por un recuerdo de juventud http://adibides.blogspot.com.es/2010/11/mi-carpeta.html. (¡si es que en el fondo siempre seré una sentimental!)

A todos los me habéis leído hasta ahora sólo me queda daros las gracias por todo lo que me habéis aportado y sobre todo daros la bienvenida a mi nueva casa en la que siempre tendréis las puertas abiertas y un cafecito preparado del que disfrutar durante vuestra visita.



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