miércoles, 12 de enero de 2011

"Este jueves, un relato"

HISTORIAS CALENTITAS



 El viaje hasta tí ha sido largo y duro, el cansancio de tantas horas conduciendo se acumula en mi cuerpo y, a pesar de que el tiempo ha mejorado, tan sólo con cerrar los ojos sigo oyendo como las gotas de agua chocan contra el asfalto cada vez con más fuerza, ese ha sido el tintineo que me ha acompañado durante todo el camino que me acercaba al lugar de nuestro oculto encuentro.
Comienzo a sentirme por fin más tranquila cuando nos encontramos en la terraza del hotel, la vista es maravillosa, aún más increíble de lo que había imaginado. El sol brilla con fuerza al reflejarse en el mar, tanta luminosidad hace daño a mis pupilas acostumbradas a los grises días del invierno, pero a pesar de ello no me canso de mirar la bahía que enmarca ese majestuoso mar azul que se ofrece ante mí.
Te siento detrás, siento como te acercas a mí, como tu pecho se funde con mi espalda y tus brazos rodean mi cuerpo mientras me susurras al oído que ahora necesito relajarme; me coges de la mano, me llevas contigo y me susurras que vas a hacer todo lo posible para que este encuentro sea inolvidable, me llevas al baño y me muestras la gran bañera llena de espuma con un agradable aroma a rosas que lo impregna todo.
Me dejas a solas, me quito la ropa y me sumerjo en ese agua que me invita a disfrutar silenciosamente, mientras una gran emoción me embarga al darme cuenta de que has pensado en todos los detalles para que mi corazón se sienta pleno de felicidad y mi mente no vacile ni por un momento en que merezco este descanso de la rutina diaria.
Suena una suave música de fondo que inunda por completo mis sentidos y cierro los ojos completamente relajada; te acercas a mí sujetando dos copas de champán, me entregas una mientras levantas la otra y ofreces un brindis por nosotros, por el sentimiento que nos embarga, porque este momento sea infinito y sobre todo inolvidable.
Uno mi copa a la tuya mientras te digo que ya lo es, que con tus detalles estás fabricando recuerdos que harán inolvidables cada uno de los segundos de este día y mirándonos a los ojos tomamos un sorbo del fresco, dorado y burbujeante brebaje.
Te inclinas hacia mí y me besas suavemente dejándome con ganas de probar tus labios, de saborear la dulzura que apenas he intuido en ese breve roce, pero que ha conseguido dejarme hambrienta de ti.
Te miro con ojos suplicantes pidiéndote más en silencio y me coges en tus brazos, empapando por completo el pecho de tu camisa, me llevas a la amplia cama en la que me posas con suavidad mientras me susurras al oído que me deseas y tus labios recorren mi cuello con una dulzura infinita.
Cuando muevo mis manos para desabrochar tu camisa y poder abrazar tu cuerpo me doy cuenta de que estoy acostada sobre un lecho de pétalos, cientos de pétalos de rosa que previamente has colocado sobre la cama para hacer de este momento algo único e inolvidable.
Cierro los ojos para sumergirme aún más en las intensas sensaciones que me producen tus manos recorriendo suavemente mi cuerpo buscando el camino hacia mi cintura, me abrazas con fuerza mientras tus labios se deslizan buscando mis pechos que te esperan impacientes, mis manos están a punto de tocarte cuando no se muy bien qué me hace que abrir los ojos.
No te encuentro junto a mi, durante unos eternos instantes te busco, palpo la cama en la que hace tan sólo un momento me abrazabas, mis labios pronuncian tu nombre en un grito silencioso mientras la angustia se apodera de mi pecho y la locura que produce el miedo va ocupando gran parte de mi mente.
La habitación se ilumina por un momento y tú no te estás en ella, los pétalos de rosa han desaparecido, busco las copas de champán con la mirada cuando un fuerte ruido retumba en mis oídos, tan cerca que mi cerebro por fin reacciona y comprendo que todo ha sido un sueño.
Fuera sigue lloviendo, de nuevo oigo como las gotas de agua chocan contra el asfalto cada vez con más fuerza, por entre las rendijas de mi persiana vuelve a colarse un intenso resplandor que lo ilumina todo a mi alrededor y casi inmediatamente un gran estruendo me estremece de nuevo, mi habitación vuelve a quedarse a oscuras y yo me acurruco cada vez más entre mis sábanas.




Más historias calentitas en:     http://callejamoran.blogspot.com/

jueves, 6 de enero de 2011

"Este jueves, un relato"

YA VIENEN LOS REYES MAGOS






Queridos Reyes Magos:

Un año más os escribo esta carta para pediros mis regalos como he hecho siempre y con la ilusión intacta porque a pesar de mis años, o quizá debido a ellos, yo sigo creyendo en la magia.

Os diré que este año, como todos los anteriores, he sido buena porque no he ma­ta­do, ni robado, ni sobornado, ni  perjudicado a nadie, al contrario, me he por­ta­do bastante bien con mis se­me­jan­tes (he dicho que he sido buena no que haya sido tonta) y he ayu­da­do a las per­so­nas que me ro­dea­ban todo lo que he sabido.

Por eso os quiero pedir que esta noche dejeis en mi zapato algún detalle para mi y para mi familia, sobre todo para los más pequeños que son los que más disfrutan esos regalos materiales que provocan un brillo infinito en sus ojos y unos saltos inmensos llenos de alegría. Pero no os paseis, ya sabeis que poco antes que vosotros pasa por aquí el Olentzero y, como su recorrido es mucho menor que el vuestro, llega muy cargado de regalos para que termineis antes vuestro largo recorrido.

También os quiero pedir un poco de mágia para mi familia, sólo unas chispitas para que todo siga como hasta ahora, con que no cambie mi entorno es más que suficiente.

Como siempre junto al belén os esperan unas copitas de licor, unos vasitos de leche y unos mazapanes, para los camellos hemos dejado una palangana con agua y un poco de hierba fresquita, esperamos que repongais fuerzas con ello para seguir vuestro camino y que como cada año nos dejeis en su lugar un riquísimo roscón para endulzarnos el desayuno.

Besos mágicos para los tres.



PD:  Mi querido Baltasar:

Como siempre esta parte de la carta es para tí, como ya sabes eres mi rey mago especial ( perdona, mi REY MAGO especial, así, con mayúsculas), el guardián de mis sueños, ese al que le pido todos mis deseos secretos, los que necesitan una magia tan fuerte e intensa que quizá jamás se puedan realizar.

Ya te habrás imaginado que te voy a pedir lo mismo de todos los años (ya sabes que soy muy cabezona y no pierdo jamás la esperanza) haz lo que puedas, sé que la mágia es distinta de los milagros,  pero confio en que juntando la mágia de muchos años...

También quiero agradecerte todos los regalos que me has hecho hasta ahora, ya sabes que a veces me he enfadado un poco contigo porque no entendía muy bien tus presentes, como aquella vez que me regalaste una cuerda de esparto y pillé tal mosqueo que casi la tiro a la basura (menos mal que me di cuenta a tiempo de que era para ayudarme a salir de las arenas movedizas en las que me estaba hundiendo) o aquella otra en la me dejaste un transportador circular (esa vez ya tardé menos en darme cuenta de que debía aprender a ver las cosas desde otro ángulo).

Ahora sea cual sea tu regalo especial estaré encantada de recibirlo porque sé que será bueno para mí, por eso dejo mi sorpresa a tu intuición y espero con ganas que llegue en cualquier noche oscura para llenar mis días de colores.

Besos llenos de sueños sólo confesables para tí.

                                                  Mar




Más Reyes Magos en camino por el blog de Gus:  http://callejamoran.blogspot.com/