sábado, 15 de agosto de 2009

A VUELTAS CON RISTO

Después de leer unas cuantas críticas sobre el libro de Risto Mejide (en las que la mayoría lo anuncian como diarío de un adolescente), y de leer el primer capítulo en:
http://www.elsentimientonegativo.com/primercapitulo.html
creo que con el capítulo dedicado al amor que he encontrado en internet y del cual dicen que es el mejor del libro, doy por concluida la lectura de este autor, a mí personalmente me gustó más el párrafo anterior que todo lo que he encontrado de dicho capítulo, al completo me ha decepcionado un poco os lo dejo por si a alguno os interesa leerlo, a ver que os parece a vosotros.





"Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores que a este azul se le suba el rojo, que hoy nos vamos a poner moraos.

Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa.

Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más.

Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando.

Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez.

El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad.

Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras.

Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de merodear por vidas ajenas.

No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso.

El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón.

No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve a entrar pasados unos minutos.

Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican ni los recambios.

Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mías lo aguantan todo.

Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que los disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión.

Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirte a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor Stevenson.

El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar, y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura.

Dime que tienes toda la vida y voy pidiendo presupuestos.

Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis nunca más".

3 comentarios:

  1. Ya lo dice el populo, nuncadigas, nunca jmás.... Un nuca más, es solamente un hasta ahora.

    Saludos

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  2. Espero que el tirón televisivo
    le haya servido para vender
    más.

    Besos.

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  3. Saltando de blog en blog he aterrizado en el tuyo y he de confesar que me gusta mucho tu forma de expresarte.
    Me voy a quedar por aquí en un rincón de tu acogedora morada, si no tienes inconveniente.
    Por cierto, a mi no me disgusta lo poco que he leído del libro de Risto. Con el asco que le acabé cogiendo , quien me iba a decir que me resultarian interesantes sus opiniones.

    Un cálido abrazo

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Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
Confucio