
viernes, 29 de enero de 2010
EL DESCUBRIMIENTO DE IRENE

jueves, 21 de enero de 2010
"Este jueves, un relato" Convocatoria literaria
Laura había echado de menos el otoño, le gustaba todo de esta época que cada año la hacía sentir renovada y con ganas de iniciar nuevos proyectos después del sofocante calor del verano que la mantenía adormilada.
Este año más que nunca había deseado ardientemente su llegada y por fin ya estaba aquí, el olor a castañas asadas marcaba el inicio de la estación y entonces ella había decidido volver por un momento a la cabaña en la que había sido tan feliz los últimos meses, aquí comenzó todo y aquí tenia intención de ponerle fin y comenzar de nuevo con su vida.
Salió a pasear por el bosque cercano disfrutando del silencio que le ofrecía, un silencio distinto a todos los demás, un silencio que le resultaba curativo para su magullada alma y la hacía flotar sobre el suave crujido de las hojas al ser pisadas por unos pies que caminan sin prisa.
Disfrutó de la mágica luz que la acompañó durante su largo paseo en esa plomiza tarde, de un atardecer que tiñó el cielo de rojo hasta cubrirlo por completo, de un bosque cubierto de mil colores cálidos y maravillosos y quiso grabarlos para siempre así en su memoria.
El viento se levantó repentino agitando nervioso las ramas de los árboles, las hojas volaban caprichosamente de un lado para otro engrosando la mullida alfombra que tenía a sus pies.
Volvió a su casa a tiempo de evitar el fortísimo vendaval que veía aproximarse a través de los ventanales de su salón, ataviada con ropa cómoda y unos gruesos calcetines puso música de fondo y encendió la chimenea, sentada sobre un cojín en el suelo se dispuso a escribir la carta que pondría fin a esa relación que tanto la había dañando.
El crepitar de la madera atrajo su atención, observó el fuego naranja y azul que provocaban las llamas al devorar la madera seca que descansaba en la chimenea, se dejó llevar por sus formas que simulaban serpientes danzando de un lado a otro, serpientes hipnotizadoras que la hacían recordar aquellas tardes de sofá y manta a su lado, felices, con un chocolate caliente en sus manos y el sonido de la lluvia golpeando los cristales mientras mantenían largas conversaciones sobre un futuro en común, un futuro en ese apartado lugar a media distancia entre los lugares donde ellos vivían habitualmente.
Cuando despertó de su ensoñación vio como unas pequeñas brasas consumían el último de los troncos, pronto se apagarían por completo, como el amor con el que habían construido su futuro, como los meses pasados que deseaba olvidar.
Escribió apenas unas escuetas palabras de despedida y las dejó apresuradamente sobre la mesa del salón, sólo pensaba en salir de allí, de ese lugar que tanto amó y ahora tanto daño la hacía sentir, desde que se había enterado de que él ya estaba casado.
Más relatos en el blog de Tésalo: http://odisea27.blogspot.com/
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lunes, 18 de enero de 2010
LA FRASE ADECUADA
Toma las aspirinas y ve una nota sobre la mesa:
Así que va a la cocina, y cómo no, ahí está el desayuno y el periódico del día esperándole.
Su hijo también está en la mesa almorzando.
- Hijo, ¿qué pasó ayer por la noche? -pregunta Antonio.
- Pues volviste a las 5 de la madrugada, borracho como una cuba y con delirios. Rompiste algunos muebles, vomitaste en el pasillo y se te puso un ojo morado cuando te diste contra la puerta.
Confundido, Antonio pregunta:
- ¿Y cómo es que todo está tan limpio y ordenado, y el desayuno esperándome en la mesa?
Su hijo le dice:
- Mamá te arrastró hacia el dormitorio y cuando intentó quitarte los pantalones, tú gritaste: "¡¡¡Señora, déjeme en paz, soy un hombre casado!!!".
martes, 12 de enero de 2010
INSISTES
Insistes en poner color a mis días y llenarlos de sonrisas
regalándome dulzuras y miles de caricias,
persistes en acompañarme en cada momento
a intentar realizar todos mis sueños,
esos sueños que dices que no son mios,
que siempre han sido nuestros.
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domingo, 10 de enero de 2010
LA TORRE DE LOS SUEÑOS (2º parte)

-Eres forastero ¿verdad?, nunca antes te ví por aquí y con el color de tu pelo hubiese sido dificil olvidarte.

viernes, 8 de enero de 2010
TECNICA ANTI ESTRES
Con la ayuda del ratón, selecciona desde la letra A hasta la letra M
M anda el trabajo a la mierda
y vete a beber una CERVEZ A
¡¡¡Es extremamente relajante!!!
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lunes, 4 de enero de 2010
LA TORRE DE LOS SUEÑOS
Érase una vez un reino perdido y olvidado por todos los demás reinos desde hacía ya tanto tiempo que nadie recordaba su existencia y mucho menos su nombre.
El reino se encontraba situado en la cima de la más alta montaña del país, era un reino oscuro, siempre cubierto de una densa niebla que hacía imposible ver más allá de un par de metros de donde uno se encontraba, lo que obligaba a sus habitantes a andar continuamente con un gran cuidado de mirar por donde pisaban por miedo a caerse por cualquier precipicio de los que abundaban en los alrededores.
Nadie del lugar sabía lo que era el sol, ni la primavera, ni habían visto nunca una simple flor, pues en medio de ese clima oscuro y húmedo habían vivido toda su vida y ni siquiera podían imaginarse que pudiese ser de otra forma en otro lugar, realmente ni siquiera imaginaban que pudiese existir otro lugar, ya que nunca habían salido de allí ni nadie había llegado hasta ellos.
No siempre había sido así, hubo un tiempo en el que incluso fue un reino admirado por muchos y visitado a menudo a pesar de lo complicado que era llegar hasta él.
Desde el castillo del rey que estaba situado en la cima de la montaña se veían los hermosos valles y montañas que lo rodeaban por todas partes y que lucían espléndidos durante el buen tiempo lo que animaba a sus vecinos a realizar muy a menudo el esfuerzo de recorrer una y otra vez la empinada subida, ya que el rey tenía a bien dejar subir a cualquiea que lo deseara a la torre más alta del castillo, sabedor de que era el lugar predilecto para soñar hermosos sueños de futuro.
Un precioso día de verano el rey se encontraba en lo alto de la torre cuando soñó que su querida hijita, que era poco más que un bebé, se enamoraría en su juventud de un hombre extranjero que llegaría al reino atraido por la fama alcanzada por sus maravillosas vistas y le seguiría sin dudarlo.
Deslumbrado por la hija tardía que pensaba que ya nunca tendría, el rey no paraba de pensar en como podría evitar que se alejara de su lado, tantas vueltas le daba a su cabeza que ya no existía ningúna otra preocupación para él, no podía dormir por las noches y apenas comía cayendo en un profundo estado de abatimiento.
Un día tomó una decisión inquebrantable, cerraría las puertas de las murallas del reino, de esa forma nadie podría entrar en él y su hija no se alejaría nunca de su lado, pero con esa decisión tomada por el rey no sólo se quedaron aislados del mundo sino que se perdieron los sueños y el reino se fué oscureciendo cada día más.
Así pasaron años y años, tantos que ya ni los más ancianos del lugar recordaban haber vivido días que no fueran grises.
Por entonces Quimera, el joven hijo del rey que decidía en ese momento el destino del reino, descubrió la torre tantos años cerrada, desde esa altura y extendiendo la mano podía tocar las densas nubes y maravillado por ello comenzó a imaginar un mundo nuevo y desconocido.
Aquella noche el príncipe no dejó de preguntarse si tras la niebla habría algo más, durante horas y horas pensó en ello, por arriba era imposible ya que el castillo estaba situado en la cima, pero quizá por abajo podría encontar algo diferente.
Una vez tomada la decisión se lo contó a sus padres, los reyes, los cuales no estaban de acuerdo en la aventura que quería llevar a cabo su hijo pero se sintieron incapaces de oponerse, ya de pequeño había sido un niño curioso, inquieto y muy tozudo, se dieron cuenta en el mismo momento en que nació y vieron aquella mata de pelo rojizo que le caracterizaba, era diferente a todos los demás.
Así que con todo el dolor de su corazón le permitieron irse, no sin antes hacerle prometer que estaría de vuelta antes de su mayoría de edad, para la que faltaba poco más de un año, ya que en ese día debía elegir entre las jóvenes del reino la que sería su esposa.
Quimera pensó detenidamente en el viaje, y dos días después cuando tuvo preparado todo lo que consideró que podía llegar a necesitar traspasó las puertas de la muralla del reino.
Cuando las puertas se cerraron a su espalda sintió soledad y miedo pero estaba decidido a seguir adelante, comenzó a bajar con gran cuidado por una intransitable senda que apenas se distinguía a sus pies comprobando estupefacto como poco a poco la niebla iba desapareciendo y en su lugar aparecía ante sus ojos un mundo nuevo lleno de olores, colores y sensaciones desconocidas.
Siguió andando durante horas sin dejar de maravillarse ante lo que descubrían sus ojos y cuando la montaña en la que estaba situada su reino no era más que una sombra lejana encontró un camino abierto por el hombre...
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sábado, 2 de enero de 2010
He soñado con... ,Sábados literarios de Mercedes
