

Adentrándome en la isla, paisajes dunares y semisalvajes me auguran días de grandes paseos a través de ellos, en el centro los bosques mediterráneos repletos de vegetación con una gran variedad de especies de animales y el monte Olimpo que con sus casi dos mil metros de altura me asegura una de las vistas más increibles que puedan existir.
Me imagino recorriendo las calles de unos pueblos que son testigos de varios siglos de historia y del paso de muchas civilizaciones por la isla, dejándome impresionar por deliciosas vistas magnificadas por la luz del ocaso y acabando el día con una cena mediterránea mirando al mar, agasajada por su gente con fama de ser treméndamente cálida y afectuosa con los visitantes.

Sí, ya me ha convencido del todo, sin duda es un lugar cargado de erotismo, sensibilidad y emociones.
Sí, creo que por fín lo he encontrado, será el destino ideal para una luna de miel inolvidable, así que a partir de ahora me pondré manos a la obra con más ímpetu que nunca y estoy segura de que pronto encontraré lo único que me falta para hacer ese prometedor viaje...
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...EL NOVIO.
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