Durante mi adolescencia pensaba que mi madre era poco menos que mi enemiga, ella me imponía la hora de vuelta a casa (prontísimo para mi gusto), me daba la paga semanal (insuficiente a mi modo de ver), me mandaba ordenar mi cuarto los fines de semana (agotadora tarea), y quería enseñarme a coser y a hacer punto, a lo que yo me negaba, quizá porque durante mi infancia siempre la recuerdo tejiendo, sus dedos se movían a una velocidad sorprendente y antes de que nos diéramos cuenta tenía terminado un jersey nuevo para alguno de nosotros.
En aquel entonces no me daba cuenta de todos los valores que poseía como persona, y creo que no me di cuenta de ellos hasta que yo misma fui madre y tuve que enfrentarme a los mismos hechos que ella, ella se preocupó de que estudiáramos todo lo posible y nos enseñó a ser solidarios, a no mirar a nadie por encima del hombro, pero también a no bajar la mirada ante nadie, nos enseño que la amistad es un tesoro y como tal hay que cuidarlo y mimarlo.
Mi madre es la persona más generosa que he conocido, la he visto volver a casa, coger un abrigo suyo preparar un bocadillo y un termo de café caliente y salir con todo bajo el brazo para dárselo a una persona que estaba pidiendo y tenía frío, siempre nos dice que hay que repartir con los que tienen menos que nosotros para poder sentirnos bien con nosotros mismos.
Gracias a ella, sobre todo, somos como somos, tal vez no pueda decir que somos los mejores seres humanos sobre este mundo, pero yo estoy orgullosa de cada miembro de mi familia
Saludos desde Turquía...
ResponderEliminarPues yo tampoco acerté el tuyo, Mar.
ResponderEliminarEmpatadas a despitaillas, jajaja.
Bueno, eso pasa siempre.
Yo en mi adolescencia tambien encontraba a mi madre muy antigua, y muy pesada. Me enfadaba con ella muy a menudo, pero luego, conforme pasan los años y eres madre, entonces ahí ya empezamos a comprenderlas y a ver las cosas desde su punto de vista.
Y es que la maternidad es algo muy grande y muy bonito.
Besitos
Creo que casi todos hemos sentio lo mismo de nuestras madres.
ResponderEliminarLuego lo habrán pensado de nosotras, y ahora ya me rio, porque mi nieta meyor la dice que mamá es pesada.....
Y es que todo se repite.
Un besito, carino.