SABADOS DE MERCEDES Relatos Eroticos

Era una mañana calurosa por lo que a pesar de encontrarse aún en el mes de mayo decidió ir a tomar el sol a la pequeña cala que había estado visitando durante todo el invierno en sus paseos.

Había recorrido la distancia que la separaba del aparcamiento donde solía dejar su coche en poco más de cinco minutos y podía sentir las gotas de sudor resbalando por su espalda a medida que bajaba la cuesta que la llevaría a su destino, así que se dio un baño en el mar de aguas turquesas y plácidas pero aún frías por la época en que se encontraban.

En un instante, la sensación de calor sofocante se transformó en un repentino escalofrío que la recorrió de arriba abajo por lo que corrió a refugiarse en su toalla, se relajó y se concentró en todas las sensaciones de placer que su cuerpo te transmitía en ese momento, tumbada en la arena, mientras su piel se doraba al sol, escuchaba el murmullo de las olas y pensaba en cuanto le gustaba el mar, su amplitud, la sensación de libertad que la sugería...

Cuando su cuerpo ya estaba practicamente seco notó que algo junto al mar atraía su atención ,la primera sensación que había advertido fue su olor, no había nada que pudiera compararse con aquel olor a piel húmeda por el mar, y así, con aquel aroma envolviendo su olfato, empezó a repasar los detalles de lo que había perturbado su tranquilidad.

Era un hombre maduro, alto, con barba de unos cuantos días,descuidada,su nariz era recta, sus labios carnosos y sus pardos ojos le daban un toque sensual, era sin lugar a dudas un hombre sumamente atractivo y tentador.

Recorrió con la mirada el contorno de su cuello hasta llegar al comienzo de su pecho donde comenzaba el vello que cubría la zona de esta parte de su cuerpo y donde las gotas de agua recorrían el camino que las llevaría por sus musculadas piernas hasta la arena que se fundía con sus pies.

Siguió escrutando los detalles de su anatomía y se paró al llegar a sus manos que no eran excesivamente grandes, pero sus dedos finos y largos llamaron poderosamente su atención despertando en aquel mismo momento el deseo de sentir su tacto sobre su piel.

En aquel mismo instante supo que deseaba ser amada por aquel hombre,quería sentir su boca, recorriendo todas las partes de su cuerpo y besarle sin descanso, sólo pensar en ello, le producía una sensación de placer y bienestar inimaginable.

Sentía como su respiración se agitaba con cada pensamiento que pasaba por su cabeza, deseaba tener su cuerpo junto al suyo, los dos siendo uno..., solo imaginarse la fusión de ambos hacía que su sangre corriera sin rumbo por su cuerpo y enloqueciera de deseo por él, pero no le importaba, ¿quien podía imaginar sus pensamientos?


Y justo en aquel mismo instante,descubrió a su desconocido escrutándola de la misma forma que ella lo estaba haciendo con él, sus ojos se encontraron a medio camino y brillaron al mismo tiempo que sus labios dibujaban una sonrisa en su rostro, cuando él rodeó su cintura con sus manos le susurró al oído
" No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos".