jueves, 26 de marzo de 2009

NO PUDO SER

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder. ¡
Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!

Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!


Bécquer

2 comentarios:

  1. No se puede disculpar lo que un cuerpo es, en ocasiones agotamos nuestros propios recursos y decidimos no ceder mas, asumir la realidad es ya no ser mas veces abatido, es dudar sabiendo lo imposible y lo cierto.

    Un beso.

    Nyma

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  2. Mar, cuando uno decide
    que no debe ceder, así debe
    ser si no hay punto de unión.

    Un abrazo fuerte.

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Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
Confucio