LAS REDES SOCIALES
El taxi no tardó en aparecer en la puerta de su casa, Veronica se acomodó en el asiento trasero y recostó su cabeza en el respaldo, le indicó la dirección al taxista y se perdió en sus pensamientos.
Estaba nerviosa, por fin había llegado el momento de verle. Le había conocido en una red social hacía un par de meses y aunque nunca había sido muy aficionada a ellas, desde ese momento no pensaba en otra cosa que no fuesen sus mensajes.
Jaime era encantador, ¡y pensar que estuvo a punto de borrar su solicitud de amistad!, si no hubiera sido por esa foto de perfil tan original..., ese corazón sangrante atravesado por un puñal hizo que una corriente de empatía recorriese todo su cuerpo. Estaba tan reciente su fracaso amoroso que se sintió al momento identificada con esa imagen y pensó que a lo mejor podrían ayudarse mutuamente a salir de su dolor.
Así fué, no sólo había conseguido sacarla del pozo en el que se había sumido en los últimos días sino que, poco a poco, con su ingenio y su simpatía se ganó su amistad. Era tan atento y cariñoso que su reticencia inicial a conocerle personalmente se disipó completamente y ahora se dirigía hacia el lugar en el que habían quedado, -quiero que la primera vez que nuestros ojos se crucen sea en un lugar especial- le había dicho -y nada mejor que allí donde la ciudad estará a nuestros pies observándonos en silencio-.
Verónica se bajó del taxí y caminó hacia el mirador, no tuvo ninguna duda de que él estaría allí esperándola, no sintió miedo de la soledad del lugar, tan sólo pensaba en el momento en el que sus ojos se encontrasen y en la magnífica velada que tenía por delante.
Cuando le vió un estremecimiento recorrió todo su cuerpo, era incluso más guapo de lo que había imaginado, alto y moreno con unos ojos azules que la atraparon al momento y no podía dejar de mirarlos, sus fuertes brazos prometían unas manos grandes que se escondían en los bolsillos de su chaqueta y su voz, su voz...
Demasiado tarde Verónica dió un paso hacia atrás, había apreciado el duro tono de su voz, se dió cuenta de que sus ojos azules eran tremendamente frios, vió como sus manos salían de su escondite y en una de ellas brillaba un filo metálico. Quiso gritar, pero la voz se quedó congelada en su garganta,en ese instante se dió cuenta de que el corazón roto de la foto de su perfil no era el de él, ese corazón mostraba literalmete como sería el de ella en un instante.
Más historias de redes en: http://callejamoran.blogspot.com/
¡Poldios, Mar!
ResponderEliminarCon lo bien que iba la historia y que giro le has dado al final. Totalmente inesperado. Desgraciadamente alguna de esas citas terminan mal.
Me ha encantado la forma en que lo has relatado.
Un abrazo.
Maat
Uffff. Un relato que estremece. Las redes sociales tienen su lado bueno y ese otro, oscuro que demasiadas veces se hace realidad.-
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Maat
ResponderEliminarLa verdad es que sí, al final le di un giro a la historia, es que pensé que muchos de vosotros os habéis conocido en persona y como ha sido muy bonito relataríais algo al respecto, así que quise hacer algo diferente y darle un giro.
Hola Celia
ResponderEliminarEn todos los aspectos de esta vida podemos encontrar un lado oscuro, y aunque esto no sea algo habitual, con una sóla vez que pase ya es demasiado.
Un beso
Una lástinma que la cita termine mal.. pero mas vale darse cuenta a tiempo que cuando es demasiado tarde....
ResponderEliminarBesos
recuerdo mis comienzon en internet. nopodía dejar d epensar en los peligros que corrian lasmujeres, mujeres de cualquier edad...nopodía de dejar de pensar en esas mueres que se realacinaban por internete con hombres...bueno, es una exageracion lo que digo...sría más bien que cada vez que me topaba con una mujer y charlaba con ella y me decia que no tenía cuidados en relacionarse con varones por estos medios, siempre estaba mi miedo a que quiza ella no prestara el suficiente cuidado...con el tiempo me di cuenta de que si en esa relacion ella cumplia con un unicorequisito: el de cuando se encontrara con el tipo en cuestion lo hiciera en lugar publico...fue entonces cuando mis miedos cejaron...pero siempre quedan incautas como la acuchillada de tu relato...
ResponderEliminarmedio beso y otro medio.
Muy bueno, Mar. Esa frase final es de las que te provocan un escalofrío en la espalda.
ResponderEliminarParece que el tema de esta semana es el encuentro real tras el encuentro virtual, o al menos de eso va todo lo que he leído, pero curiosamente, y eso es lo genial de nuestros jueves, todos diferentes y todos originales.
Hola Inma
ResponderEliminarsi, esta cita termina muy mal, por suerte la mayoría de ellas no son así, puede que nos equivoquemos al catalogar a los demás, pero por lo que sé por lo general no pasa de un mal rato
Un saludo
Hola Gus
ResponderEliminarJejeje, yo pensaba muy parecido antes de conocer este mundo, veía peligros, engaños y mentiras por todos sitios, debe ser que siempre tememos lo que no conocemos.
Un beso
Hola Teresa
ResponderEliminarTienes razón, lo mejor de estos jueves es que aunque las entradas lleguen a parecerse cada uno le damos un toque distinto que al final lo cambia todo
Un beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarInteresantísimo relato que nos previene de los riesgos que se corren por aquí (...como por allá)
ResponderEliminarpese a todo, es más, mucho más lo que aportan de positivo estas redes.
Tu relato nos hace desembocar en un sobresalto: tarea cumplida, señora escritora.
Un abrazote cariñoso, Mar.
Magnifica entrada que me hace recordar mis miedos cuando mis hijos entraban en las redes sociales y se movían con soltura por internet, aunque siempre ha existido una estrecha relación de confianza también pensaba que eran demasiado jóvenes y todos hemos tenido secretos a los 15 ó 16 años y hemos sido un poco o un mucho incautos .Su padre y yo éramos absolutos detectives privados pero mi ignorancia en este medio me hacía sentir pánico ante mi desconocimiento me sentía vendida .Ahora con 21 22 años tienen la cabeza bien amueblada pero aun asíhay veces que tantas ventanas abiertas a sus vidas me dan miedo. Repelús con tu magnífica entrada .Un beso grande
ResponderEliminarAinnnnns MAR, que lo terrorífico pasó, fue el otro día ¿noooo?
ResponderEliminarAyyy MAR que conectar y mailear y bloguear no tiene esos riesgo ¿o siii?
Uyyyy MAR, a la proxima cita en vivo acudo con revolver cold.
Mecahis MAR, me has dado en qué pensar la mar de ratoooo. Con lo que me gustan los de azules ojos. Te equivocaste, vino amable con el corazón en la mano, y tú, desconfiada encima desconfiaste.
MAR te envío besitoooo bueno, no traidor.
Bonito relato con un final no común en los escritos de este jueves.
ResponderEliminarAunque por suerte no con tanta intensidad, no es infrecuente que ocurra en la vida real. Siempre he pensado que hay dos palabras mágicas en el uso de la Red, PRUDENCIA y SENSATEZ.
saludos
Mar, UUUUFFFFFFFFF menos mal que mi marido no lee tu blog!!!!!
ResponderEliminarSino, me encuentro hoy clausurando el mio y cualquier tipo de contacgo con los demás, con lo que a mi me gusta esto....
Es que como soy adolescente..... jajajajaj
A mi marido, los dedos le parecen huéspedes.
Una historia con suspense... muy buena.
Un besito
Cas
ResponderEliminarEstoy contigo, estas redes nos aportan muchísimas cosas positivas como poder disfrutar de estos jueves compartidos desde tan diversos lugares
Un beso
Medea
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, además de las largas charlas yo entro en el ordenador de mi hijo para ver por donde ha estado andando, incluso le vigilo el correo, claro que sólo tiene 13 años, pero como padres debemos cerciorarnos de que van por buen camino
Un Beso
Natalia
ResponderEliminarQue no, estoy segura de que mailear, conectarse y bloguear no conlleva ningun riesgo, salvo casos tremendamente extremos y aunque yo sólo practique el último, así que no te preocupes y no acudas con ningún arma a la próxima cita que seguro que será igual de buena que las anteriores.
Un beso
Manuel
ResponderEliminarBuenísimas tus dos palabras mágicas, prudencia y sensatez, ellas dos sólas comprenden todo un mundo.
Gracias por tu visita y tus palabras
Un saludo
Hola Luna
ResponderEliminarNo te preocupes, seguro que en cuanto le digas a tu marido que sólo ha sido una experiencia entre adolescentes (que yo también lo soy no vayas a pensar) y que de ahora en adelante tendrás más cuidado, seguro que te deja seguir blogueando,jejeje.
Un besito y bienvenida
Vaya Mar, que mala suerte tuvo la pobre. Lo cierto es que esto ocurre muchas veces, aqunue tab conozco de lo/as que le ha salido genial y son felicisimos. Hay que tener cuidado, muchos/as dicen ser lo que no son.
ResponderEliminarUn beso
A la flauta! Yo preveía un final mas tranquilo, como que Jaime no llegara nunca a la cita o algo asi. Pero no me lo imaginé esperándola alli cuchillo en mano!
ResponderEliminarEs bueno tomar ciertas precauciones, uno nunca sabe que hay del otro lado con certeza ...
Escalofriante relato
un abrazo
Con lo bonito que se divisaba al principio con un final tan espeluznante uff.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Primavera
Glups ! No me lo esperaba, pobre Verónica.
ResponderEliminarNo nos queda la esperanza que entonces Jaime cayera abatido con una saeta que le atravesaba el corazón, Verónica miró y encontró como Guillermo Tell, ruborizado, se acercaba a ella y, por fín, le declaraba un amor que llevaba años sintiendo pero no se atrevía a expresar ...
Bueno, perdona la bobada, es que a veces uno necesita un final feliz ...
Saludos
Puede pasar de todo, como en "botica".
ResponderEliminarUna vez el de los ojos azules, se encontrará sin saberlo con otro de ojos azules y se acabarán ambos corazones, lo tienen merecido.
Mientras tanto a ser prudentes y pedir que antes enseñen las inetenciones por debajo de la puerta.
Besos y gracias por tu visita a nuestra redacción.
Alfredo y Cass
¡Qué miedo! no se puede uno fiar, y sobre todo de lo que hay detrás de una máquina, donde uno se puede esconder e inventarse la persona que le de la gana.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo
Ay, nos han vendido que estos encuentros de la red nunca salen bien y así nos van los finales, je, je.
ResponderEliminarHaré un estudio sobre eso (jope, qué atrevida soy ¿no?).
Pues, te cuento que, a veces, un encuentro de ese tipo, de tan sólo un día, unas horas, ha dejado toda una nube de colores en el corazón de alguien. Lástima que ninguno de los dos se atreviera a más.
Muy bueno, Mar.
María José, Any, Primavera
ResponderEliminarClaro que se deben tomar precauciones pero en la mayoría de los casos un mal encuentro no creo que pase de un mal rato
Besos para los tres
Juan Carlos, Lois y Clark
no se cual de los dos finales me quedo, el de un admirador que la salva y le declara su amor sería encantador, pero también supondría que la había seguido hasta allí y eso no tiene buena pinta.
En el que acaban uno con el otro sería muy bueno pero quizá dejaría un mal sabor de boca y a mi me encantan los finales felices.
Seguimos pensando a ver que se nos ocurre
Un beso
Carmen
Tampoco hay que ser desconfiado, con un poco de prudencia y sensatez como tan bien dice Manuel es más que suficiente yo creo
Un beso
Paseo por las nubes
ResponderEliminarSi haces un estudio ya me dirás que es lo que ha salido, yo creo que eso nos lo han vendido los que no han conocido a nadie por miedo y nos lo han transmitido.
Estoy segura de que muchos de esos encuentros han sido maravillosos y han dejado una muy buena amistad, pero cuando aparece un arco iris hay que intentar que los colores sigan brillando, a veces debemos repintar porque con una mano no es suficiente para los tonos claros, sólo es cuestión de imprimirlo con un poco más de fuerza.
Un beso
Dulce MAR, lo digo aquí, no puedo entrar en ese INTERROGANTE, ni tampoco en tu correo.
ResponderEliminarEspero que todo esté bien, cielo, bsitoooos.