viernes, 5 de marzo de 2010

Perdida en la ciudad, Sábados literarios de Mercedes




Regina bajó del autobús y cogió su pequeña maleta gris que contrastaba con el día soleado y caluroso que la había recibido, miró a su alrededor intentando recordar las calles de la ciudad por las que transitó durante su niñez y su juventud y que tanto tiempo antes había dejado atrás sin sentir ningún tipo de añoranza.

Regina se había trasladado en su recién estrenada juventud a una pequeño pueblo en el que había formado su vida los últimos treinta años, en el se había casado, habían nacido y crecido sus hijos hasta que cada uno tomó su propio rumbo y allí se trasladó a vivir su madre cuando las dos se quedaron viudas casi al mismo tiempo.

Comenzó a andar por la ciudad sintiéndose perdida, apenas reconociendo el camino que la llevaría a la antigua casa en la que creció y que su madre por motivos nunca revelados se había negado a vender cuando se trasladó a vivir con ella. Por eso había tenido que volver, su madre había fallecido meses antes y no podía retrasar por más tiempo este viaje a su pasado.

Recorrió las calles de la ciudad tan cambiada en esos años, se sentía una extraña mirando lugares apenas reconocidos y caminando por calles mil veces recorridas buscando huellas de su paso por ese lugar. Pensó en lo lento que se le iba a pasar el tiempo que necesitaba para arreglar los asuntos pendientes, estaba perdida en esa ciudad, apenas le era familiar y no tenía amigos en ella que la pudieran ayudar.

Nada más traspasar el umbral de la puerta de su antigua casa sintió que una oleada de calor la recibía dandole la bienvenida. Recorrió despacio cada habitación recordando detalles de su vida ya olvidados, mirando retazos del pasado retenidos en instantes fotográficos que la trasportaron a un mundo lleno de felicidad. Entonces se dió cuenta de porqué su madre se negó siempre a vender ese piso.
No estaba perdida en la ciudad...




Estaba en su hogar.







Esta semana conducen el bus Alfredo y Cas desde el blog:






19 comentarios:

  1. Que bonito!!!
    Cuando tuvimos que deshacer la casa de mi madre, en la que nos hemos criado y salimos para casarnos, si yo hubiera tenido dinero, me la hubiera quedado de recuerdo.

    Y es que deshacerla que duro fué!!!!.
    Lo que pude llorar!!!. Que de recuerdos se quedaron alli!!!.
    Un beso

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  2. Desandar el camino de la vida, marcha atrás no siendo la misma, imposible, para encontrarse en la gran ciudad, en la casa nunca perdida.
    Intima criatura, deambula por la ciudad, una vida entre miles, aquí señalada única con intensidad y ternura. Bsito.

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  3. Qué bonito y qué cierto.

    Esa misma sensación tengo cuando voy a mi pueblo. Por las calles me siento extranjera; pero al cruzar la puerta estoy en casa, es curioso.

    Un abrazo.

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  4. Estos retazos de pasado seran parte del hilo de la madeja que necesitara para comenzar a tejer el nuevo abrigo que la acogera.

    cariños

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  5. Buena historia para(en mi caso) inaugurar la lectura de este Sábado, que, por lo que veo, va a ser con un bus lleno de invitados.
    El mismo lugar que nos vio nacer parece totalmente distinto después de una larga pausa (o tal vez seamos nosotros). Lo cierto es que de improviso (como en tu relato), algo nos toca y nos conecta otra vez con nuestras raices y recuerdos. Muy emotivo.

    Un abrazo.

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  6. A veces la sensación de estar perdidos está en nuestro corazón, en nuestra alma...independiente del lugar donde estés...
    Precioso relato.
    Un besito

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  7. Entrañable relato el que nos has traido, gracias por hacernos vivir ese sentimiento de añoranza, de estar arraigados en las raíces.

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  8. El lugar en el que te criaste siempre es especial, por muchas casas en las que hayas vivido, es hermoso tener un lugar a donde volver y sentir que estás en el hogar.

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  9. Leer este relato ha hecho que dos lagrimones recorrieran mis mejillas. Me sentí como Regina el día que tuve que entregar el piso donde todas habiamos crecido y mis padres se habían casado. Era mi vida, eran mis recuerdos todo lo que dejaba allí. A veces es demasiado duro deshacerte de eso, pero llega el momento de hacerlo.
    Un beso guapa, me ha gustado mucho tu relato.

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  10. Bonito y conmovedor relato.
    Nos parece a veces que estamos perdidos en la gran ciudad, pero vienen en nuestra ayuda para decir que no lo estamos, los recuerdos...
    Un saludo.

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  11. Creo que todos hemos sentido en algun momento algo similar a lo de la protaginista de este relato. Perdidos y encontrados en cuestión de segundos, al cruzar el umbral de lo conocido, de lo entrañable.
    Precioso Mar
    Un beso

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  12. El lugar donde uno ha crecido siempre será nuestro hogar. Es donde dimos nuestros primeros pasos, y eso, no se olvida.
    Entrañable relato
    Un abrazo

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  13. Es verdad, volver a tu casa, al hogar de tus padres donde te criaste, es una sensación irrepetible.
    Aunque hayan pasado muchos años, es como un viaje al pasado, recuerdas de repente tantas cosas ¿verdad?

    Muy bonito relato.
    Besos

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  14. La protagnista de tu relato tuvo mejor suerte....Las dos hemos elegido el éxodo de dos mujeres.
    >Un beso

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  15. Regresar sobre nuestros pasos, es andar un camino nuevo, porque se ve tan diferente...
    La más de las veces, es un viaje recomponedor.
    Un amoroso abrazo de domingo.

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  16. He acompañado a Regina todo el trayecto, desde el autobús a su antigua casa, ha añadido a su vieja maleta, recuerdos y curiosidaes sobre un lugar que hace años no frecuentaba, he notado que almacenaba esperanzadoras espectativas, pero nada comparable a la emoción de sentirse de nuevo en casa.

    Un relato que te mece y deja un sabor amable.

    Abrazos

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  17. Emotivo relato, la ciudad ya no era la misma, pero es que ella tampoco, solo al entrar en su casa se reencontró con la persona que fué allí, miles de besossssssssss.

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  18. exactamente....
    en su h0garrrrrr¡¡¡
    piens0 que l0s lugares que n0s s0n , c0m minim0, añ0rad0s, y ademas rec0n0cibles, y p0r l0 tant0, segur0s, n0s 0frecen esa sensaci0n de n0-perdida...
    que imp0rtante es a seguridad, esa seguridad que te la puede 0frecer una casa que es casi casi s0l0 recuerd0¡¡¡¡
    mil bes0s, mar

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  19. Nostalgia, melancolía, fuertes emociones que todos sentimos al ir a la casa donde hemos crecido.

    Saludos.

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Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
Confucio